La policía
local ha puesto cartas en el asunto por lo extraño de los hechos acaecidos.
Los hechos
ocurrieron la pasada noche del viernes. El joven villarrobledense tomó la
autovía dirección Tomelloso cerca de las 22:00 pm para asistir a una fiesta en
la discoteca Shodo. Tras varias horas tomando copas en el local e intentando
flirtear con dos grupos de chicas, el joven se dispuso a abandonar el
establecimiento para marchar a su localidad natal cuando, de repente, no
ocurrió nada.
“No me lo puedo creer. Se merecía dos o tres
tortazos como poco”, comenta uno de los porteros de la discoteca. “Pues porque estaba trabajando, pero llego a
estar ahí dentro y no respondo por mis actos. ¿De Villarrobledo viene a qué? ¿A
quitarnos nuestras mujeres?”, reflexiona indignado.

El joven
consiguió llegar a casa de sus padres sin recibir ningún golpe fortuito aunque
reconoce que pasó algo de miedo. “Cuando
entré al baño un chico con cresta me preguntó: Tú no eres de aquí, ¿eh? A lo
que respondí que no y me amenazó diciendo: Pues cuidado con lo que haces que
este es mi pueblo y no el tuyo, chaval” cuenta el joven con cierta
indiferencia, al estar fuera de peligro.
La primera
disputa por hembras entre los machos de los dos pueblos vecinos está registrada
en 1474, año de la muerte de Enrique IV. Se debió a que dos comerciantes de
Villarrobledo fueron a vender sus productos al pueblo vecino. En ese momento
aprovecharon para tomar un vino en una taberna cercana al mercado y no fue de
agrado para los tomelloseros, que los echaron a patadas del local.
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